Relacionan con el Real Madrid a Antonio Conte, con fama de duro pero con la injusticia habitual del poco conocimiento real por parte del aficionado medio. Es bueno que a las puertas de su nueva andadura al frente del equipo blanco, conozcamos un poco más cómo es el librillo del técnico italiano. Quizás la palabra más correcta para definirle sea ‘exigente’, porque si algo caracteriza a los equipos del de Lecce son las dobles sesiones de trabajo y la intensidad. No se suelen pasar por alto los errores defensivos y se castigan con minutos.

Antonio Conte fue un centrocampista de raza en la Italia futbolística más auténtica, la de los años noventa, en la que la Serie A podía presumir de ser la mejor liga del mundo. Con palmarés envidiable vestido de corto, levantó la orejona de 1996 de la mano de Marcello Lippi, siendo además campeón de liga en cinco ocasiones con la camiseta de la Vecchia Signora. Fue una época muy exitosa en la que llegó a vestir la camiseta de la selección italiana hasta en 21 ocasiones, y siempre aportando criterio en el juego y amenaza de gol. Rara era la temporada en que no aparecía su nombre con media decena de goles anotados.

El gol y el criterio en el centro del campo como características del Conte futbolista, algo de lo que adolece este Real Madrid. Seguro que tiene mucho que aportar, pero también este es el Madrid de las enormes lagunas y desconexiones defensivas, que están costando muchos puntos y suponen un azote por parte de los rivales que han sabido explotarlo. Es quizás la parcela más importante,la defensa, y la primera de la que se deba ocupar el italiano desde el primer día de trabajo en Valdebebas. Se ha ganado con justicia la fama de técnico muy defensivo, aunque no por ello prescinde de buscar opciones ofensivas, y es consciente de que en el Bernabeu se le va a pedir que solucione la crisis del gol.

Mientras llega un refuerzo debe actuar con lo que hay, y el enésimo desfibrilador será aplicado en el pecho de Karim Benzema y Gareth Bale. Quizás ‘despierten’ su capacidad de anotar, o sea el momento de dar confianza y minutos a aquellos que no los han tenido con Lopetegui. El gol no es únicamente responsabilidad de los delanteros y ahí el estado de forma de los Asensio, Isco y Modric debe ser una prioridad. Recuperarles es esencial para que la identidad de este equipo ‘en transición’ se vaya forjando.

Su dibujo habitual con tres centrales y dos carrileros podría no ser el que emplee con el Real Madrid. No por miedo a la pitada, sino por la propia aplicación del sentido común. En una plantilla con tres centrales operativos como Ramos, Varane y Nacho (a Vallejo no se le espera por el calvario de lesiones y la falta de rendimiento), no puedes quedarte sin relevos, al menos hasta que en el mercado de invierno se vuelva a abrir la ventana de contrataciones. Los que saben de esto, además, dicen que jugar con cuatro atrás no es algo extraño para él.

La crónica negra de Antonio Conte habla de su mala relación con los futbolistas que dirige, del desgaste tras un primer año de éxitos, que termina por hacerle perder la llave del vestuario. ¿Qué pensará Courtois a estas alturas cuando vuelva a encontrarse con su antiguo entrenador? Desconozco si el belga ya ha podido conversar con alguno de sus actuales compañeros pero a juzgar por las palabras de Sergio Ramos en la zona mixta del Camp Nou, parece que sí. Dice el de Camas que ‘el respeto se gana y no se impone’, además de señalar con claridad que los éxitos llegaron siempre de la mano de ‘otro tipo de entrenadores’ con buena gestión de grupo y no tanto conocimiento técnico. La influencia en las palabras de Ramos pueden venirle también de compañeros de selección como Morata, Pedrito o Marcos Alonso, que conocen bien el ‘modus operandi’ de Antonio Conte. Con gran parte de la ira del aficionado blanco señalando la falta de actitud de la plantilla en el Camp Nou, toca arremangarse y asumir lo que venga. Esa es mi opinión.

De la mano de Conte llegan sus hombres de confianza. Angelo Alessio es su segundo entrenador y hombre de máxima confianza, le ha acompañado desde Bari, pasando por Atalanta, Juventus, selección italiana y Chelsea. Con él compartió vestuario una temporada en la Juventus, Alessio era un extremo diestro que ha tenido más brillo como asistente que con las botas puestas. Similar es la situación de Massimo Carrera, también miembro del staff técnico en los años y excompañero en la Vecchia Signora. El hermano menor de Antonio, Gianluca Conte, también ha sido un habitual del grupo de entrenadores con Italia y en Inglaterra.

De entre los hombres que aterrizarían en Madrid junto a Conte hay dos sobre los que caería mucha responsabilidad teniendo en cuenta el estado de forma de la plantilla blanca. Hablo de los preparadores físicos Paolo Bertelli y el español Julio Tous, éste último se confirmó como recuperador de élite en el histórico Barça de Frank Rijkaard. Su metodología es una referencia y será necesaria en Valdebebas.

Caprichoso es el destino. Justo en el mismo año en que tu principal referente se ha marchado a Turín, la solución puede llegar ahora en alguien por el que también corre sangre blanca y negra. Carácter competitivo italiano para tratar de mejorar el rendimiento de uno de los años más grises del Real Madrid.